sábado, 30 de abril de 2016

Noam Chomsky: ¿Qué es el leninismo?

¿Qué es el Leninsimo? Aqui tenemos que mirar a los hechos. Si miras a los hechos creo que esto es lo que te encuentras: Lenin era una desviación a la derecha del movimiento socialista, y como tal era visto por la mayoría de marxistas. Hemos olvidado quienes fueron los marxistas ortodoxos porque perdieron, y uno solo se acuerda de los que ganan. Pero si regresas a ese periodo, los marxistas ortodoxos eran gente como Anton Pannekoek, que estaba a cargo de educación en el movimiento marxista. Y es uno de los que después Lenin denunciaría como "izquierdistas infantiles", pero era uno de los mayores intelectuales del movimiento marxista. Rosa Luxemburgo era otra marxista ortodoxa, y hubo otros. De hecho Trotsky fue otro hasta 1917. Eran todos muy críticos con el leninsimo, al cual consideraban un vanguardismo oportunista. La idea de que los intelectuales radicales fuesen a instrumentalizar los movimientos populares para tomar el poder de Estado, y luego usar ese poder para levantar a la población hacia la sociedad que ellos eligieron.

viernes, 29 de abril de 2016

La Unión Soviética Contra el Socialismo

Noam Chomsky
Our Generation, primavera/verano, 1986

Cuando los dos aparatos de propaganda mas grandes del mundo coinciden en una doctrina, requiere de cierto esfuerzo intelectual para escapar de sus grilletes. Una de esas doctrinas es la que considera que la sociedad creada por Lenin y Trotsky y moldeada luego por Stalin y sus sucesores tiene relación con el socialismo de alguna forma significativa o históricamente precisa del concepto. De hecho, si hay alguna relación, esta es de contradicción.

La razón de que ambos sistemas de propaganda insistan en esta fantasía está bastante clara. Desde sus orígenes, el Estado Soviético ha tratado de usar la energía de su población y de gente oprimida de otros lugares para servir a los hombres que se aprovecharon del fermento popular en la Rusia de 1917 para tomar el poder del Estado. Una de las grandes armas ideológicas usadas para este fin ha sido la idea de que los gestores del Estado conducen a su propia sociedad y al mundo hacia el ideal socialista; una imposibilidad que cualquier socialista -cualquier marxista serio- tuvo que haber entendido a la primera (muchos lo hicieron), y una mentira de proporciones monumentales como ha demostrado la historia desde los primeros días del régimen bolchevique. Sus supervisores han tratado de ganar legitimidad y apoyo explotando el aura de los ideales socialistas y el respeto del que son merecedores para esconder su propia práctica ritual de destrucción de todo vestigio de socialismo.